lunes, 3 de septiembre de 2007
Ocho patas de amor incondicional
La solidaridad en cuatro patas.
Si te levantas de madrugada, te acompañan y pasan frío contigo; si estás triste se angustian por ti; saben callar; celebran contigo; dejan de comer si sales mucho tiempo; perdonan cualquier cosa, hagas lo que hagas; tratan de manipularte con su mirada para obtener lo que quieren; exigen sus paseos matutinos con un alboroto casi incontrolable; se hacen las duras para no velar, pero se mueren porque les des; se entristecen si las regañas; saben cuando cometen una falta y se avergüenzan.
Luego les cuento más sobre la historia de estas niñas que hemos adoptado recientemente y que estaban en un grave estado de deterioro físico y anímico. Porque para los que creen que no es así: los animales sienten y padecen, pero con más inteligencia que quienes podemos hablar.
Saludos.
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